viernes, 25 de febrero de 2011

Historia de amor

Amor adolescente
   Esta historia se trata de dos adolescentes que viajaban en una motocicleta por las calles de la ciudad de Concordia. Un chico y una chica…
-¡Vas muy fuerte, baja la velocidad!, dijo la chica.
-¿Tienes miedo?, le dijo a ella.
-¡Si, y mucho! Por favor bajá la velocidad, asustada dijo la chica.
-Bueno, pero si me quitas el casco y te lo pones tú, dijo el chico. Ella muy asustada hace lo que él le pidió y vuelve a decirle que baje la velocidad.
-Está bien, pero si me abrazas muy fuerte, como si fuera la última vez, dijo él. Ella lo abraza muy fuerte, pero vuelve a pedirle que baje la velocidad.
-Si mi amor, pero si me dices que me amas, dijo él.
-Te amo, te amo, te amo, te amo, pero bajá la velocidad, decía asustada.
   Al día siguiente sale un reportaje en la televisión y los diarios que esa misma noche en la ciudad de Concordia, hubo un accidente de dos adolescentes, en donde uno de ellos había muerto trágicamente.
   Él chico, antes de la tragedia, había escrito una carta donde decía que solo quería que se salvara ella, que le dijera que lo amaba porque sabía muy bien que era su última vez, la moto no tenía frenos y él lo sabía, pero vuelve a remarcar que solo quería que se salvara ella.
   Pasaron dos meses hasta que ella lo fue a ver a su tumba, nunca entendió el motivo por el cual él había dado su vida por ella. Después de pensar tanto, fue hasta la casa de sus padres quien supieron contarle el motivo por el cual había pasado todo eso. Hacía tres  que él había entrado al mundo de la droga y no podía salir aunque hacía todo lo posible. Empezó a robar, a matar y a reunirse con mala junta que le perjudicó la vida. Por tal motivo, él ya no quería vivir más, prefería morir antes de seguir con esa vida.
   La chica al oír esto, corrió hacia su tumba y llorando le decía: ¿Por qué tuviste que hacer eso? Si entre nosotros todo iba muy bien y siempre nos contábamos todo. Nunca hubo secretos. El día de hoy ya no entiendo el porqué no estás a mi lado, como quisiera estar con vos y no estar sufriendo por tú pérdida. Tener que venir a tu tumba me hace muy mal, pero quiero verte, llorarte y agradecerte todo lo que estos años has hecho por mí. Gracias a vos, hoy tengo vida, salud y todo tu amor que nunca jamás olvidaré. Gracias. Dijo sus últimas palabras, y se fue.
   Ya han pasado 10 meses y ella el día de hoy se encuentra en un psiquiátrico a causa de que todas las noches recordaba el accidente y su pareja queque no está, que nunca pudo superar.
   Sul últimas palabras fueron: Nunca esperen a decirle a las personas que amen, lo que sientan por ellos, antes de que sea muy tarde.
  

                                                                                                                                                                                                                                                              Rousé

Carta a una amiga

                                                                                                             Concordia, 22 de Octubre de 2010
Florencia:
                    Con esta carta quería decirte que me van a hacer mucha falta tu gran sonrisa que iluminaba mis días junto con tu tierna voz que endulzaba mi corazón y tu presencia que alegraba mi vida.
                    También quería decirte que vayas a donde vayas siempre te voy a llevar en mi corazón y que en mi mente siempre estarás.
                    Solamente te pido que nunca me olvides y que siempre recuerdes aquellos momentos cuando estábamos juntos, abrazados, de la mano y mirándonos a los ojos.
                    Espero que me escribas para tener la esperanza de que aun vivo y existo en tu mente y en tu corazón.
                   
                                                                                  Sebastián, Almirón.

Una mirada al barrio 3

   Aunque vivo en el barrio desde hace muchos años, salí a recorrerlo una vez más. El 20 de Agosto de 2010 hicimos una caminata con todos los cursos de mi escuela, R.O.U. Nº 23. Conozco la zona, pero al recorrerlo me eh dado cuenta que han construido y edificado una gran parte de la costanera en donde antes solo era desierto. La gente continúa contaminando las calles y demás, a pesar de que se hayan arreglado muchas cosas. La municipalidad ha ideado nuevos planes y ha incorporado más gente para limpieza de calles.
   Al seguir caminando y recorriendo el barrio, llegamos hasta el Hospital Felipe Heras. Recordaba que era un centro muy concurrido y activo hasta que se construyó uno nuevo, el Hospital Masvernat. A partir de eso, el viejo Hospital ya no cuenta con todas las herramientas y condiciones de antes, la gente poco a poco va trasladándose al otro hospital para tener  una mejor asistencia.
   A pesar de todo esto y de cómo se encuentra el lugar, el barrio es tranquilo y un buen lugar para vivir.

                                                                                                       Scheif Gabriel

Una mirada al barrio 3

   Aunque vivo en el barrio desde hace muchos años, salí a recorrerlo una vez más. El 20 de Agosto de 2010 hicimos una caminata con todos los cursos de mi escuela, R.O.U. Nº 23. Conozco la zona, pero al recorrerlo me eh dado cuenta que han construido y edificado una gran parte de la costanera en donde antes solo era desierto. La gente continúa contaminando las calles y demás, a pesar de que se hayan arreglado muchas cosas. La municipalidad ha ideado nuevos planes y ha incorporado más gente para limpieza de calles.
   Al seguir caminando y recorriendo el barrio, llegamos hasta el Hospital Felipe Heras. Recordaba que era un centro muy concurrido y activo hasta que se construyó uno nuevo, el Hospital Masvernat. A partir de eso, el viejo Hospital ya no cuenta con todas las herramientas y condiciones de antes, la gente poco a poco va trasladándose al otro hospital para tener  una mejor asistencia.
   A pesar de todo esto y de cómo se encuentra el lugar, el barrio es tranquilo y un buen lugar para vivir.

                                                                                                       Scheif Gabriel

Una mirada al barrio 2

Mi barrio queda al este de la ciudad, sobre las costas del Río Uruguay, aproximadamente a diez cuadras del centro de la ciudad. En él vivo desde 1999. Cuando llegué apenas tenía seis años. El barrio se caracterizaba por tener un puerto y es por eso que se llama así, una amplia costanera y un centro turístico el cual era muy importante para Concordia.
   Lamentablemente, desde hace muchos años el barrio sufre inundaciones por la gran crecida del rio en la cual se ve involucrada mucha gente por esta catástrofe. La Prefectura Naval Argentina  cumple una importante función, cuida de nosotras, de nuestras casas y manteniéndonos informados.  Más allá de esto, el barrio es muy limpio y la gente es solidaria y amable. En él se encuentra el Club Atlético Libertad que es uno de los estadios más grandes de la ciudad, allí hace de local el Club Atlético Colegiales, único equipo concordiense participante del torneo Argentino B.
   A raíz de esto y en general por los fines de semana hay mucha contaminación, ya que allí se juegan muchos partidos. La costanera también juega un papel muy importante dentro del problema de contaminación, porque durante los sábados y domingos es asistida por muchos automóviles, provocando así una gran combustión.


                                                                                   Sergio Sequeira.

Una mirada al barrio 1

Aunque vivo en el barrio desde hace mucho tiempo salí a recorrerlo una vez más.  El 2 de Agosto de 2010 con casi todos los cursos de mi escuela, República Oriental del Uruguay Nº 23, decidimos caminar sobre el sur de nuestra ciudad, por el barrio de mi escuela.
   Luego de unos minutos que nos organizamos con los profesores empezamos a recorrer el barrio y a notar los cambios de este. Yo, Sebastián, como vecino del barrio, he visto un cambio grande, la contaminación.
   Cada día noto el barrio más contaminado  y hasta a los mismos vecinos les cuesta creer que es su propia basura. En mi opinión, hay que proponer limpiarlo nosotros mismos, así podemos colaborar con nuestro barrio, ayudar a cuidarlo y a parte por el bien del medio ambiente.
   Quisiera que haya contenedores donde poner los residuos para poder así mantener más limpias las calles y espacios libres, y que todos podamos vivir en un barrio donde se aprecie la naturaleza y el rio, por supuesto.
   Por eso hoy, yo, Sebastián Álvarez alumno de la escuela República Oriental del Uruguay Nº 23, me he interesado por la contaminación y estoy dispuesto a ayudar a mi barrio en todo lo que sea necesario.

                                                                                                           Sebastián Álvarez

Lo que los chicos cuentan 3

El rey Roberto y la reina Delfina

   Hace muchos años, en la ciudad de Paris, vivía una reina llamada Delfina con su esposo, el rey Roberto. Ambos se llevaban muy bien hasta que ocurrió lo peor. El rey Roberto era muy cariñoso con su esposa, pero un día al irse de viajes por cuestiones de trabajo, se encontró con una vieja amiga, Carolina, y la invito a tomar un café. Después de esa salida, Roberto la acompaño hasta su casa y ella lo invito a pasar. Pero al pasar él comete un grave error, la engaña a su esposa con Carolina.
   Al volver de su viaje, y al haber traicionado a su esposa, ya nada fue como antes. Ya no era más el esposo cariñoso de aquellos días, ahora era agresivo y golpeador. Delfina, al cansarse del maltrato de su esposo, le exigió una explicación por su cambio repentino de actitudes.
- Ya no te amo Delfina, me da impotencia verte, dijo Roberto.
- ¿Por qué? ¿Hay ora mujer en tú corazón?, dijo ella.
- Sí, hay otra mujer. El cariño que sentía por vos se apagó, exclamó el Rey.
- Pero… no puedes dejarme así, yo te amo con todo mi corazón y lo sos todo para mí, reprocho ella, ya sin esperanzas.
- Yo ya no te amo, tendrás que entenderlo.
Delfina no se quería dar por vencida, no quería entregarlo a la otra mujer. Voy a luchar por él, por el amor que sentíamos, pensaba ella. Pero cada paso que daba era en vano, ella ya no era feliz. Así pasaron meses, años y todo seguía igual. Hasta que al fin un día, Delfina juntó coraje para enfrentar a su esposo y le dijo:
-  Roberto quiero el divorcio, ya no puedo estar más así.
- Esta bien, comenzaremos mañana con los papeles.
Pasaron meses, los papeles estuvieron listos y se separaron.
El siguió siendo el mismo Rey vagabundo que le gustaba apostar cosas y andar solo por las noches. En cambio, ella quedó sufriendo por amor no correspondido.


                                                                                      Camila Ríos, Victoria Barreto

Lo que los chicos cuentan 2

Mi tordillo: un gran corredor

   En una pequeña ciudad llamada Concordia, vivía una familia cuya dedicación se basaba en las carreras de caballos. Alejandro y Doña Gladis eran los padres de Byron y Tomas. Esta familia tenía dos yeguas y un padrillo llamado Tornado. Tomas era el Jóquey de Tornado y Byron de las otras dos yeguas.
   Tornado era el mejor corredor a nivel mundial en los 1.500 metros, por lo cual su familia era de un alto nivel económico gracias a sus victorias. Pero un día este victorioso caballo murió tras recibir un impacto de bala en su pecho de unos señores que se encontraban cazando unos ciervos. Tornado se encontraba pastando detrás de unos espinillos pero ellos no se percataron de la presencia del caballo. La familia, muy angustiada, decidió abandonar las carreras tras la pérdida de Tornado.
   Tras varios días de lo ocurrido, cuando Tomas bañaba a sus yeguas se dio cuenta que una de ellas  estaba preñada. De inmediato corrió hasta a su casa para contárselo a sus padres. Desde ese momento, toda la esperanza de volver a dedicarse a las carreras dependía de las crías de Paloma, la yegua y su padre Tornado. Los meses pasaron, hasta que al fin, Paloma dio a luz a un semental de pelaje blanco con pequeños lunares negros. La familia estaba feliz por la llegada del recién nacido, a quien lo llamaron Replicador.  Byron se hizo cargo de de cuidarlo y adiestrarlo. 
    Cuando Replicador  cumplió sus dos años, debuto por primera vez en la carrera de poyas y potrillitos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La carrera era de 900 metros en donde participaban otros  diez sementales más. Byron fue a la monta de Replicador. El favorito de la carrera era Bostero, un alzan de mala cara que venía invicto en los 900 metros, quien ciertamente recibió todas las apuestas. Comenzaba el gran premio en el hipódromo de San Isidro y Bostero iba al frente de todos los corredores. Sin embargo, en los 700 metros Replicador  lo comenzaba a alcanzar, y sin tardar más, en los 800 metros,  el novato, le sacaba un cuerpo de distancia. Replicador ganó la carrera.
   Hoy en día Replicador  tiene siente años y es el mejor pedrigui en su raza. La familia volvió a triunfar deportiva y económicamente, y participando en las mejores carreras del mundo para nuevas victorias.

                                                                        Juan Andrés “Dinamita”, Guibaudo.

Lo que los chicos cuentan 1

  El sastrecillo valiente

 Había una vez, hace mucho tiempo en el que nadie podía vivir tranquilo, un gripo de gigantes  malvados. Ellos se instalaban en las cercanías de la ciudad molestando a todos los habitantes. Los ciudadanos no salían de sus casas, por miedo a encontrarse con los gigantes, excepto  un joven sastre muy hacendoso que trabaja durante el día y que no se dejaba asustar por nadie.
    Un día, el sastre se llevo una gran sorpresa, al intentar espantar con un repasador a un grupo de moscas que revoloteaban sobre su plato de fideos, dejo atontadas a media docena de estos insectos. Orgulloso por su hazaña, salió de su casa en busca de nuevas aventuras para demostrar su valentía. En el camino se encontró con el Rey, a quien noto muy preocupado ya que no había podido convencer a ninguno de los habitantes para que combatiera a los gigantes. El sastre se comprometió en cumplir con la misión y que aunque su vida corriera peligro el devolvería la alegría perdida al pueblo.
   Así, comenzó a caminar por el bosque en busca de los malvados gigantes. Luego de andar durante varias horas, se sentó sobre una piedra a descansar y comer su vianda que llevaba en su mochila. Mientras saboreaba su tarta de zapallito, creyó escuchar a sus espaldas el llanto de un pájaro. Dio media vuelta y descubrió un nido en el suelo, efectivamente era un pajarito lastimado que lloraba pidiendo que le curaran su herida. El sastre lo tomo con sus manos, con mucho cuidado le curó la lastimadura y le dio una porción de su tarta de zapallitos. El pajarito, muy agradecido, le prometió ayudarlo en su misión.
   El pajarito y el Sastre comenzaron a caminar juntos por el bosque, cuando se toparon con uno de los gigantes. Rápidamente, el Sastre tuvo una magnífica idea: desafiar al enemigo con una prueba de fuerza. El malvado acepto el reto y levanto una pesada roca haciéndola polvo con sus manos.  El joven saco de su mochila un pedazo de queso haciéndole creer que era una piedra, desasiéndolo con una sola mano. Inmediatamente, el gigante tiro una piedra hacia el cielo con tanta fuerza que duro varios minutos en caer. El sastre tomo al pajarito, haciéndole creer al gigante una vez más que se trataba de una piedra, y lo lanzó. El gigante levanto la vista hacia el cielo para poder seguir con la mirada a la supuesta piedra. Pero el tiempo pasaba, el sol comenzó a esconderse y la piedra no caía. El gigante se asusto tanto de la fuerza y valentía  que poseía aquel joven y huyo del reino.
   El sastre continúo su camino en busca de los otros gigantes. Al encontrarlos, los sorprendió mientras ellos dormían la siesta bajo unos árboles. Se trepo en el árbol más grande y desde allí arrojo manzanas. Los gigantes se despertaron malhumorados y al no encontrar a nadie de quien vengarse comenzaron a culparse el uno al otro. Luego de discutir un rato sin llegar a un acuerdo, terminaron pegándose hasta caer desmayados por el cansancio. El sastre aprovecho la situación y con la ayuda de su amigo, el pajarito, los ató contra un árbol. Al despertar los gigantes, se encontraron con un gran tumulto de gente alrededor suyo, gritando y amansándolos, por lo que decidieron abandonar el lugar.
   Por sus hazañas y su gran valentía, el joven sastre, fue premiado por el Rey. Se le entregaron honores por haber devuelto la paz y alegría a todos los hogares, y una hermosa casa con jardín en donde se hizo la fiesta en donde se lo agasajaba. Durante los festejos el joven conoció a la princesa de quien se enamoro perdidamente. Al poco tiempo se casaron y fueron felices por siempre.

                                                                                                     Garate, Fleitas, Martínez.